top of page
Buscar

"No le mientan, parece una vaca"

  • Foto del escritor: Gabriela Ibañez
    Gabriela Ibañez
  • 7 may 2018
  • 6 Min. de lectura

jajajajaja

...así le dijo una mujer a otras mujeres refiriéndose a mí, y agregó "el culo no le cabe por la puerta"!!! Ahora me genera risa y me pregunto por qué no me reí a carcajadas en aquel entonces. Claramente no me amaba lo suficiente y por eso hoy quiero compartirles esta pequeña historia personal que quizás te ayude a aceptarte tal como eres, hay que amarse como queremos que nos amen!

Hace unos 11 años atrás estaba reunida con otras mujeres en el trabajo contándoles que me sentía un poco gorda ya que había aumentado unos 17 kilos aproximadamente en el lapso de un mes, suena bastante ¿verdad?, todas coincidían en que no estaba gorda, que estaba loca, que se notaba el aumento pero no me veía gorda. Me costaba creerles porque, claramente, la ropa no me entraba o me quedaba muy ajustada y además el ataque de ansiedad que tenía era feroz y no paraba de comer. Fue en ese instante en que una "compañera" que no conocía mucho dijo la frase: "No le mientan, parece una vaca. Díganle la verdad, el culo no le cabe por la puerta" (me genera una risa incontrolable jajajajajajajajaja, disculpen) En ese instante no se cuál fue mi cara pero la odié, creo que todas allí sintieron algo similar, tragué saliva y me fui a trabajar completamente sorprendida por la crueldad y con varias COMPAÑERAS diciéndome no le des importancia, no es cierto, ella es así le gusta tratar mal a la gente... Se lo conté a medio mundo porque no podía creer que alguien fuese tan malvada de herir así y en parte buscando que me dijeran lo contrario. Les aseguro que no estaba buscando que me mintieran, créanme que la única que lo hizo fue quién, supuestamente, estaba siendo sincera. Sin embargo le di más crédito a lo que no debía.

Es importante mencionar que mido 1, 71 metros y que antes de esos 17 kilos estaba extremadamente flaca por lo tanto pasé de pesar 48 kilos, sí así es un palillo, a pesar 65 kilos que según la Organización Mundial de la Salud y los cálculos de IMC (Índice de Masa Corporal) es un peso saludable y normal para mí. Y claro que lo es, no estaba gorda en lo absoluto pero en Argentina independientemente de tu estatura, pesar más de 58 kilos es "obesidad". Los estándares de belleza son mujeres al borde de la desnutrición y la sociedad en gran parte coopera para que te sientas una vaca con un peso totalmente saludable.

A partir de este episodio muchas cosas se modificaron en mi vida a nivel interior.

Me pregunté que me estaba pasando que comía sin parar, me divertía a la vez con mi supuesta gordura, lo tomaba con humor ante mis amistades pero a la vez me molestaba, me compré ropa nueva a fuerza porque no había chance de que me entrara lo que tenía... Repasé mis situaciones y fui sacando conclusiones:

♀ A los 11-12 años de edad fui a comprarme un pantalón y ninguno me entraba, el vendedor me dijo "aflojale a los postres" (nuevamente me genera risa ahora jajajajaja). Conclusión de aquel entonces, GORDA! Pero era niña aún y no me obsesionó. Y mi madre y su tierna compañía me ayudaron. Conclusión nueva: debería haberlo denunciado por maltrato. Conclusión de ahora: jajajajajajajajajajajajajaja me voy a otra tienda donde tengan mi talla.

♀ Cuando terminé la escuela primaria le di más importancia a mi cuerpo porque me empezaban a gustar los chicos, las noticias de anorexia y bulimia estaban a diario en la tele y en boca de todo el mundo. La conclusión de ese entonces era que tenía que ser más flaca, pero no quería enfermarme ya que esos desórdenes generaban demasiadas cosas y sobre todo no quería darle disgusto a mi mamá que estaba muy pendiente porque somos 4 hermanas mujeres, imagínense. Entonces me di cuenta que si le pedía ayuda a ella, como nadie, me iba a cuidar. Y así fue que empezamos a salir a caminar por las mañanas y me preparaba comidas más sanas. Me encantaba, la cuestión del peso pasó a segundo plano porque en realidad lo que me gustaba era caminar con ella y su amiga, nos divertíamos charlando, juntando espárragos de las acequias y me sentía amada porque me dio importancia a pesar de que ella sabía que estaba totalmente equivocada. No duró demasiado esto, ya que la adolescencia tiene muchos condimentos jajaja y rápidamente olvidé este foco de atención.

♀ No me amaba, pero tampoco me odiaba. A pesar de que mis "compañeras" de la Facultad me trataban de gorda también... aprendí a reírme de mí pero era más un acto de autodefensa que de aceptación, pues por dentro me sentía mal.

Entendí entonces que había adelgazado mucho porque estaba adaptándome a una nueva vida, me había ido a vivir a casi 300 kilómetros de mi familia, trasladé todas mis emociones inestables a mi cuerpo y por eso luego la ansiedad me llevó a un aumento muy rápido en kilos. Hice una pausa, me costaba controlar el deseo de comer, quería devorarme todo!!! Ahí comprendí que mi cuerpo no me molestaba tanto a mi sino al resto que me comparaba con... yo nunca estuve dispuesta a hacer dietas ni ejercicios, me parecía una manera de hacerse daño, de reprimir deseos, etc.. Poco a poco empecé a valorarme, a darme cuenta que la risa me había ayudado pero que ahora necesitaba amarme y reírme de quienes no me aceptan como soy. Bajé de peso (unos 6 kilos) porque logré calmar mi ansiedad pero nunca me negué comer lo que deseaba, nunca más volví a pesar los esqueléticos 48 kilos y ojo que hay gente que pesa muy poco porque su cuerpo es así y eso es muy diferente a forzar el cuerpo a un peso que no le corresponde. Me empecé a aceptar de verdad.

Siempre había visto los ejercicios como una exigencia estética, nunca lo había valorado como salud. Cuando empecé a bailar en una murga, me di cuenta que me agitaba muy fácil, que no tenía resistencia, etc. y fue entonces recién cuando empecé a hacer actividad física por salud. Si, hacer actividad física también ayuda estéticamente, pero comprendí que era placentero hacerlo por amor a mí y no por odio a mi cuerpo. Llevo unos 6 años enamorada de quién soy, hice polvo los complejos que tenía, me siento bella. Me di cuenta que jamás en la vida fui gorda, jamás!!! A pesar de que una vez dije esto y me respondieron "no eras gorda, pero ahí tenías un rollito" jajajajajajajajaja. Claro contesté, pero muerta de risa por dentro. Esa es su visión... y aún así si hubiese sido obesa en algún momento no se ayuda desde la agresión y la risa que desvaloriza tu ser, se ayuda desde el amor. Porque ser sincerxs no es herir. La obesidad es un problema de salud que debe ser ayudado desde ese punto, no desde la búsqueda del cuerpo femenino cosificado y apto para el consumo machista que nos hace creer que si no somos así nadie nos va a querer. Que no se te pase la vida queriendo ser "estéticamente perfecta", aparecerán nuevos desafíos, no sólo el peso, aceptar las arrugas , aceptar las estrías, la flacidez, la celulitis, porque la vida está llena de aprendizajes, porque desaprender la visión de la belleza es iniciar un camino de amor propio que cuesta mucho pero que te aseguro te hace más plena, aceptarse es darnos cuenta que somos perfectas, no existen las imperfecciones, pues así es como debes ser y todas esas cosas que mencioné son perfectamente naturales en una mujer!

Una vez me dijeron que era fácil decirlo para mí que soy flaca, eso no es cierto. No importa de quién venga el consejo, importa el amor que hay en él, porque todas, y me atrevo a decir todos también, cargamos con complejos físicos en algún momento de la vida, si no es el peso es la nariz, los dientes el pelo, la altura... ¿Hay culpables? uffff infinidades, pero si nos centramos en eso perdemos energías entonces elijamos no culpar a nadie y hacer un nuevo camino. Los cambios empiezan de adentro hacia afuera, empieza a amarte y aceptarte como eres. Si no estás a gusto con tu cuerpo observa con atención si lo que quieres modificar es un aspecto que mejora tu salud o tu estética, no te obsesiones con cosas absurdas... Repasa tus emociones y cómo las estás canalizando en tu cuerpo, escúchalo, siempre nos habla!!!

Actualmente no se cuánto peso, llevo años sin subirme a una balanza, porque ese número no me indica nada. Sin embargo cuando me miro con amor en el espejo, cuando me trato bien, cuando me protejo y acepto el reflejo es luz que me hace bien al alma.

Eres bella, no lo olvides!!! Eres hermoso, no lo olvides!!! Amar-se hace bien.

Gaby Ibañez

 
 
 

Comments


Entradas recientes
bottom of page