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Camino Azul - Camino Rojo: 10 años en cada uno.

  • Foto del escritor: Gabriela Ibañez
    Gabriela Ibañez
  • 6 jul 2020
  • 7 Min. de lectura

Hace unos días comencé a notar, en esos recordatorios de publicaciones pasadas, que los años transcurren y de pronto alguna situación te hace parar y detenerte a observar... ¡Vaya que suceden cosas!

Siempre tuve muy presentes fechas "importantes", las típicas y tradicionales, como también aquellas que solamente le importan a una misma.

Podría decir que mi profesión ha pasado por dos mundos paralelos:

El Camino Azul: 10 años en el Sistema Educativo Formal

El Camino Rojo: 10 años en el Sistema Educativo no Formal

La suma no da 20 sino 0; sí un perfecto círculo infinito de retroalimentación y renovación constante porque ambos caminos no fueron en paralelo sino que siempre estuvieron, están y estarán entrelazados, mixturados, unificados...

Las diferencias que puedo citar me provocan reflexiones. En el Camino Azul llevé una formación de 4 años

que inicié en Febrero del año 2003 y me permitió obtener el Título de Profesora de Educación Especial en Capacidades Cognitivas Diferentes. El día 21 de Febrero del año 2007 tomé mi primer cargo como docente en la Escuela Especial 2-017 Cte. Tomás Espora, con mis jóvenes 22 años daba mis primeros pasos en este maravilloso Universo y experimenté ese rol desde Nivel Inicial o Kinder, como en todos los grados siguientes hasta llegar a 9no año, también trabajé como Docente de Apoyo en Escuelas "Normales", con jóvenes, adultos y adultos mayores... pasé por todos los rincones que pude. Renuncié oficialmente a mi "trabajo de por vida", el 1 de Marzo del 2017.

"Casualmente misma numeración que la Escuela en donde inicié este camino".

En el balance sumo 14 años de mi vida en el mundo de la Educación Especial, completamente feliz de las experiencias a nivel enseñanza-aprendizaje y del trabajo en equipo con excelentes profesionales de la educación y de la salud. Lamento no poder decir lo mismo del Sistema que lidera las Instituciones Públicas y Privadas, motivo por el cual mi vocación perdió sentido.

Es curioso ver que las fechas y números son notables en el Camino Azul. Los años que marcan la antigüedad se tornan valiosos en dinero reflejado en el salario, independientemente de la calidad del trabajo que se realice. Las horas, los cursos, los posgrados, doctorados, licenciaturas, todo se vuelve una unidad cuantificable que conlleva beneficios muy pocas veces reflejados en las aulas. En fin... vuelvo a lo mismo, hay cosas que cuentan para un sistema, cosas que cuentan para otro, cosas que no cuentan y cosas que cuentan para una.

En el Camino Rojo mi formación arranca con mi Menarquía el día 06 de enero del año 1996. Desde entonces mi investigación era una cuestión personal por haberme enfrentado desde el primer día con un NO, al estar en pleno verano y perderme el disfrute de bañarme en la "pile". Intenté adaptarme a esas cuestiones femeninas que sentía ajenas, me negaba al dolor, a los impedimentos por solamente ser mujer pero no encontraba nada que me hablara diferente de esto, todo lo que yo sentía era "normal" y simplemente debía aceptar esos no, esa incomodidad y esas invisibilidades del mundo menstrual. Fue entonces a mis 16 años, allá por el año 2000, que una clase espectacular de Biología volvió a encender la búsqueda y la ilusión de una forma diferente de ver lo femenino. La explicación del Ciclo Femenino fue impecable y liberó la mordaza entre mis compañeras con las cuales por fin pudimos romper el tabú y hablar más de la temática. Sentí esperanza y alivio.

Dos años después escuché hablar de la Copa Menstrual, era época de crisis en Argentina y una de las tantas migrantes a España la había enviado a la hermana de una amiga de mi amiga. Por no tener mucha confianza y algo de timidez no pregunté nada pero me quedó dando vueltas en la cabeza.

Llegó ese momento en que las decisiones debían tomarse y me aferré al camino de príncipes, de uniformes policiales, de líquidos "apropiados" a la publicidad de toallitas femeninas y olvidé que este color también habla de cielo y mar infinito...

El camino azul tenía cientos de señales visibles, lugares donde parar, luces que indicaban por dónde continuar incluso los sentimientos que debía provocarme cada paso que daba. Fue así que por años funcioné como una mujer robot, desconectada de mi naturaleza, haciendo lo posible por mantenerme conectada con algo que no tuviese este tinte y así sumé mi favorito a la paleta: Verde. Eran mis espacios "recreativos" (Murga, teatro, clown, tejido, velas, arte, arte, arte...), que sin saberlo alimentaban el camino rojo y a sabiendas alimentaban el camino azul, porque ninguno existe sin el otro al final de cuentas.

En el año 2008 tuve mi primer acercamiento al Tarot y esa puerta me fue guiando a mi retorno conmigo misma, poco a poco los puntos verdes se hicieron más presentes en formatos de todo tipo, inclusive en lo más formal iniciando mi Licenciatura en Creatividad Educativa, dejé de tomar píldoras anticonceptivas luego de 7 años de intoxicación ininterrumpidos y ya para el tormentoso 2010 la intuición me dijo podía enriquecer otras partes de mí. Desde entonces como por "arte de magia" fueron llegando a mi vida todas esas cosas que mi cuerpo y mi ser estaban buscando: Flores de Bach, Oráculos, toallitas de tela reutilizables, reiki, círculos de mujeres, rituales de luna llena, talleres femeninos, carpas rojas, tarot nuevamente, la copa menstrual, el huevo de obsidiana, yoga, meditaciones, antroposofía, los chakras, documentales, libros, terapias holísticas, talleres a distancia, encuentros nacionales e internacionales de mujeres danzantes a la luna, constelaciones familiares, astrología, el árbol transgeneracional, etc... Todo un mundo "nuevo" fascinante. El camino rojo se hacía presente, tenía cientos de señales ocultas pero descifrables intuitivamente, sus huellas habían sido borradas, no habían indicaciones precisas, más había un latido que me permitía andarlo a ciegas y completamente segura.

En el año 2014 me decido a compartir y a seguir reuniendo manada femenina, ya no solamente de boca en boca y/o en pequeños círculos. Organicé mi primer charla gratuita denominada "Menstruación Consciente".

Mis expectativas eran de otro mundo jajaja, porque mi entusiasmo me lleva a creer que es imposible que no haya interés en una temática tabú y además era tan espectacular pasarse a la copa que yo imaginé que llenaría la sala que alquilé. Había diseñado un video y conseguí prestado un proyector, tenía copas y toallitas a la venta, abierta página en Facebook, un mes diciendo a medio mundo de la charla, conocí a través de una imagen que utilicé para el evento a una artista maravillosa Juliaro, me di cuenta que no era la única que estaba en esto... En fin, el éxito estaba asegurado según yo.

El resultado de la primer charla fueron dos personas, mi mejor amiga y yo...

¿Fracaso? Jamás. Mi primer charla tuvo venta de copa por tanto ya estaba iniciando un cambio en la vida de una mujer, sí la frase ¡qué asco! fue lo que más escuché durante dos años aproximadamente, porque no me rendí, claro está.

Creí en lo que estaba brindando y seguí allí, todos los meses programaba una charla gratuita en mi pequeño apartamento comprendiendo que había que informar primero, que no era momento de inversiones sino de dar a conocer de qué se trataba esto de la MENSTRUACIÓN CONSCIENTE. Conecté con otras mujeres en el mundo que estaban en estos movimientos y continué mi formación, mis aprendizajes, mis curiosidades, el proyecto fue tomando otras formas, una vez conocido el concepto y asimilado surgieron otros intereses y así nació el taller "Mujeres Cíclicas", luego nació el "Encuentro Sabiduría Ancestral", en el año 2016 cambió el nombre "Menstruación Consciente" por el actual y potente "No estoy mala" que afirma nuestra ciclicidad femenina, del 2016 hasta el 2018 recorrí 10 países de Latinoamérica brindando charlas y talleres (Argentina, Perú, Colombia, Ecuador, Costa Rica, Honduras, Nicaragua, Guatemala, El Salvador y México) como así también recibiendo ya que la enseñanza-aprendizaje constante siempre han sido fundamental, inclusive en mi gama verde que ha sido de suma importancia para la creación de cada taller. Desde finales del 2018 decidí establecerme en Costa Rica y han surgido más talleres, actualmente estamos en la modalidad Online deseando que pronto volvamos a encontrarnos personalmente en manada.

Concluyo en que no me di cuenta cuánto le dedicaba a este camino rojo porque me apasiona y en este "Stop pandémico mundial" logré observar este recorrido muy orgullosa de saber por ejemplo, que en el último taller presencial previo a las restricciones actuales, el 100% de las mujeres asistentes manifestaron ser usuarias de la copa menstrual y no me detuve a explicar absolutamente nada sobre ella.

Si alguien me preguntase si tiene sentido creer en lo que una está segura que es un buen aporte a la vida, la respuesta definitivamente es un sí. No sabemos el alcance que se puede lograr pero al saber que nace de las profundidades de una misma no hay búsqueda de resultados inmediatos y es así que hoy veo cuánto hemos crecido las mujeres, cuánto hemos recuperado y apropiado nuevamente y me siento inmensamente feliz de ser parte de este colectivo que decidió explorar el camino rojo y abrirlo a la comunidad toda.


NO ESTOY MALA

Sí, en ambos caminos me perdí y me volví a encontrar, se me mezclaron, los separé, los uní, los enredé, los fusioné... más hoy tengo la certeza de haber transformado ambos en un brillante violeta y de haberme dibujado a mí misma en esos andares... me construí completa, me creé íntegra y me abracé infinitamente para seguir andando, no importa cuál camino (hay muchos más, toda la amplia gama de colores y más)...

Agradezco esta pausa...

Me detuve miré el trayecto, sonreí a sabiendas de que se puede borrar, se puede volver a construir, se puede transformar, incluso puede desaparecer... (Yo elijo seguir aquí) Y entonces parafraseando a Antonio Machado; escribí en una nube: "Dibujante no hay camino, hazte a tí misma al andar"...

Gracias a quienes transitan conmigo en cualquier parte del camino.

10+10 no es 20 es un magnífico 0.


 

Actualmente: No estoy mala | Escuela Itinerante no formal | Comunidad Educativa de Sabiduría Ancestral.

Cuenta con 7 propuestas diferentes para ofrecerte vía Online.

Nuestra misión: acompañar procesos de autoconocimiento, bienestar, salud y creatividad; brindando herramientas para el desarrollo integral de las personas y su potencial.

Próximo Taller "NUEVO": MATRÍZTICA https://www.facebook.com/events/694410781407583/


Gabriela Ibañez • Fundadora y Directora Creativa.

Pedagoga, tarotista, escritora, artesana y motivadora transpersonal. Especializada en Creatividad Educativa, Ciclicidad Femenina, Artes Escénicas y Bienestar Integral.

IG: @noestoymala @tarotser



 
 
 

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